FINALISTA
BIANCA ROBLEDO
2º BACHILLERATO
Todos tenemos un poco
de Quijotes.
El
significado de Quijote, en alusión al
hidalgo manchego del siglo XVII, viene referido a personas que anteponen sus
ideales de forma desinteresada por causas que consideran justas. Cabe destacar
que el siguiente adjetivo con el que se describiría al personaje sería loco.
Loco
por esa sinrazón que le lleva a amar con locura algo. Qué contradicción que
justo la misma palabra signifique a la vez privación y exceso.
El
objetivo de la obra fue la crítica contra aquellos caballeros que lo único con
lo que podían soportar sus oxidadas armaduras era el orgullo y ego que sentían.
Adoraban ser los héroes que veían como imploraban los vencidos y finalmente
salvaban a aquella dama en apuros.
Actualmente
no hablamos de caballeros como tal, la dama se puede salvar sola y los vencidos
no imploran, sino que lo vuelven a intentar. Hablamos de ese mismo orgullo y
ego que nos hace llamar loco al que mira a otro lado intentando encontrar su
propio camino y hablamos que, aunque el salvarse esté en nuestras manos,
seguimos dejando que lo haga otro por nosotros.
Siguen
habiendo esas mismas corazas de protección, no son espadas y escudos de los de
antes, son palabras y acciones. Ese idealismo con el que se representaba la
vida humana y el Quijote a su adorada Dulcinea está presente todavía en
nuestros días. Esa manera de encontrar y creer que la perfección existe cuando
nunca ha dado señales de vida.
Seguimos
sin hacer caso cada vez que nos topamos con una pared, obcecados creyendo que
esa es la salida que buscamos y que todo lo que hacemos es lo que supuestamente
debemos de hacer, como el choque del hidalgo contra los molinos por creer que
eran gigantes. Daban igual las advertencias de Sancho o los relinchos asustados
de Rocinante.
Esos
libros de caballería que lo volvieron loco se han cambiado por las nuevas
tecnologías, que nos abstraen del mundo de igual manera. Ambos buscamos el
mismo lugar imaginario en el que poder cumplir nuestros sueños sin miedo a no
dar la talla o el qué dirán.
Nos
excusamos diciendo que “Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a
muchas amargas dificultades” citando al escritor Cervantes, como si los
segundos que pasan a minutos y estos a horas, fuesen la medicina salvadora de
todos nuestros males.
El
error está en pensar que la sensatez y locura están tan alejadas como parecen.
Son juzgadas y criticadas a la vez; una por el buen juicio, prudencia y falta
de determinación en algunos casos y otra, por estrujar tanto la vida que esta
va perdiendo su sentido. Recordemos que el Quijote de loco volvió a estar
cuerdo y Sancho de estar cuerdo, se le empezó a pegar lo loco. El secreto está
en buscar el equilibrio.
Al
fin y al cabo, es bien conocido que a los que en un primer momento fueron
tomados por locos, son los que poco a poco han ido cambiando el mundo. Son los
que demostraron que salir de tu zona de confort y defender tus ideas, te pueden
llevar a algo más si tú lo deseas así.
No
hace falta intentar convertirse en un gran caballero con armadura, caballo y
escudero. Hace falta enseñar que a nuestra sensatez le falta un poco de locura.
Quizás
quién sabe, a lo mejor todos tenemos un
poco de Quijotes…
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