FINALISTA
GABRIELA PIÑEIRO
1º
BACHILLERATO
MI
QUIJOTE
El Quijote ha sido una de las obras literarias más
expandidas a nivel mundial, y aunque sus hechos atañen a otra época no es una locura que muchos de nosotros nos
sintamos identificados con ella, porque al fin de cuentas todos tenemos una
parte de quijote y otra de sancho.
Todos tenemos una Dulcinea en nuestras vidas que aunque
no sea la más guapa para nosotros es nuestro mundo, necesitamos ese amor
idílico y no solo hacia una persona si no hacia nuestra profesión, familia,
trabajo e incluso a nuestro futuro esas metas que nos quitan el sueño y las
queremos alcanzar, de la misma forma todos tenemos ese toque de locura,
luchamos continuamente con nuestros propios molinos de viento somos héroes
atrapados en nuestros miedos, que sentimos que el mundo podría ser un lugar
mejor y para ello nos lanzamos a la aventura con nuestra armadura cubierta de
inseguridades pero con la esperanza que lograremos llegar a ese lugar al que
queremos ir, soñamos continuamente con nuestros ideales defendiéndolos a pesar
de la opiniones de la gente, por otra parte hay algunos que prefieren ocultarse
que les cuesta entender que un poco de fantasía no daña a nadie y es mejor
vivir soñando y arriesgarse que esperar a que la realidad y la rutina acabe con
nosotros. De la misma forma a veces
somos un poco Sancho luchamos por los sueños de los demás, aunque nos parezcan
una locura, terminamos siendo fieles por cariño, costumbre o capricho a lo que
los demás quieren que seamos que a mi parecer ahí en ese momento en el que eres
lo que los demás esperan y no lo que tú crees es cuando comienza tu locura,
cuando ya no eres el que coge las riendas si no el que se deja llevar por ellas
y así debatiendo entre estos dos personajes trascurre nuestra vida, luchando
por cosas nobles aunque nos correspondan o siendo simplemente acompañantes de
aquellos locos soñadores que nunca se cansan de vivir, aunque eso los lleve a
su lecho de muerte prefieren creer, luchar, soñar a una vida de comodidades que
te lleven a la monotonía absoluta, donde algunos te dirán que has recuperado al
fin la lucidez cuando en verdad has llegado al final de tu aventura.
En la actualidad por desgracia vivimos en un mundo lleno
de críticas, de miedos, de esperanzas frustradas, donde la gente prefiere
callar y seguir al rebañó que luchar por aquello que creen correcto, es muy
difícil evadirse, lo que se llama libertad para mi es esclavización, vivimos
como esclavos de los móviles, de nuestro trabajo de nuestra vida. Pero hace
unos años aunque no pude conocerlo me contaron la historia de mi abuelo, aquel
que yo llamo mi quijote. En medio de la dura dictadura que vivió Venezuela con
Pérez Jiménez, él fue ese loco andante que creía en la
libertad, donde los presos políticos al igual que el resto de la población
fuese juzgada por sus valores, por su comportamiento, que tuviesen una causa
evidente de imputabilidad legal y no por sus ideales, según el nadie tiene la
verdad en sus manos, no sabemos si ser de derechas o izquierdas sea o no lo
correcto pero acusar a alguien y castigarlo por un pensamiento es una barbarie,
según él siempre se repetía la misma historia, la gente con esas ansias de
poder con ganas de más y más, cuyas riquezas se miden por el valor del dinero y
no por el de su corazón toman el control terminan pagando el pueblo, aquellas
personas que día a día tratan de conseguir el pan para sus familias que tienen
que trabajar y que nadie les regala nada. Así dejo su trabajo y se convirtió en
ese loco andante con un poco de Robin Hood, el que robaba comida y medicamentos para darlos a una sociedad
hundida bajo el poder, sus hermanos preferían mantenerse al margen de los que
ellos pensaban que era una gran locura, el mientras tanto lleno de ideales
sufría las torturas que le exponía ir contra el Régimen, mi abuela cuenta que pasaba
días, a veces semanas en la cárcel y cuando llegaba a cada estaba herido pero
no abatido quería seguir luchando por lo que él creía justo, mi tía abuela (
Soledad), me regalo un cuaderno de hojas negras, con dibujos de paisajes hechos
por él y una dedicatoria a su hermana para que siempre luchara por lo que ella
creía, que el tener miedo a vivir te impedía disfrutar y al fin de cuenta
terminarías siendo un esclavo de ti mismo, serias un muerto en vida porque
nunca luchaste por un sueño o no sentiste la adrenalina de vivir.
Así trascurrió su vida un hombre con 7 hijos de los
cuales dos no eran de mi abuela pero la madre de ellos no los quiso y él se
hizo cargo como un verdadero hombre y mi abuela los crio como si fueran sus
propios hijos, por lo que veo en las fotos era todo un caballero con mucho
porte y por lo que me cuentan con una educación infinita, quizás me atrevo a
decir que un héroe sin capa, que luchaba contra sus propios demonios y trataba
de apagar los demonios de los demás dando un poco de esperanza, mi abuela tenía
miedo porque le invadía la incertidumbre cuando no llegaba a casa y le dolía el
corazón verlo herido, según el eran solo huellas de vida, para los de su
alrededor eran la consecuencia de la locura de un gran sonador, mi madre era
pequeña cuando el decidió partir, de lo poco que recuerda aunque no lo veía
mucho era que llegaba con una sonrisa y
chocolate para sus hijos y daba un trozo a cada uno, quizás era su forma de
decir lo siento por no estar, pero hay que ser feliz.
Al final sus demonios pudieron con él y tuvo que tomar
una decisión si se rendía moriría, y si no moría su familia se vería
involucrada en algo peor, así que por la seguridad de su familia decidió poner
fin a su locura y descansar en su momento de lucidez, al igual que nuestro
hidalgo, pero la diferencia reside en que mi abuelo marco el punto y final. En
ese momento su Dulcinea (mi abuela) se vio en la dura, situación de emprender
su propia aventura, con 7 hijos que tenía que sacar adelante, con dolor el
corazón y un montón de dudas en la mente, una mujer en la época que corresponde
donde no era valorada como tal, decidió trabajar en cartografía pero no le
pagaban mucho así que lo compensaba
vendiendo ropa, comida para las oficinas
y así fue construyendo su propio camino, mientras la gente dudaba de como una
simple mujer, tristes palabras de infravaloración, iba a poder sacar a 6
mujeres y hombre adelante, todos decían que terminarían en la mala vida, pero
para sorpresa de los incrédulos, la historia acabo bien todos con su carreras,
familia y viviendo y luchando cada día por ser felices, aprendiendo a vencer a
los molinos que el destino les ponía en el camino, superando así todo obstáculo
que se les interpusiera, por un tiempo
mi madre tuvo dolor y guardo rencor no entendía como un hombre podía acabar con
su vida, sin más, pero con el paso del tiempo entendió que es mejor vivir
soñando, creyendo en que tus metas pueden alcanzar las estrellas y que todos
vamos a morir, todos llegaremos a ese momento de lucidez que será nuestro
final, pero si de algo hay que morir que mejor que sea que por amor, por dar
paso a la nueva generación y quizás aunque no estuviese de una manera u otra
fuera esa pequeña estrella que no nos percatamos de su existencia pero esta hay
alumbrando el camino a seguir con pasos firmes, y sueños altos.
Si todos fuéramos más Quijote y menos Sancho quizás
habría más gente feliz y menos gente frustrada vengándose de los demás cuando,
solo hace falta luchar contra uno mismo día tras día para llegar a la máxima
felicidad.
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